Domingo, enero 29, 2012 Comentar
La voz humana es el instrumento musical con más registros y posibilidades, sin lugar a dudas, y no solo porque puede decir cosas al cantar, sino también porque transmite las emociones como ningún otro. Si además se hace bien, con un dominio de la afinación y la colocación de la voz, el resultado es solo posible para un puñado de seres humanos. Aquí tenemos uno, Sarah Vaughan, 1924/1990. Pianista y cantante del coro de la iglesia, como su madre, pronto llegó a cantar con los más grandes. Aquí la vemos acompañada por Ron Carter, Gillespie y Hancock.
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