Sábado, marzo 3, 2012 Comentar
Chicago fue en la década de los 20 un lugar de encuentro de los bluesmen norteamericanos. Una de sus casas espirituales. Papá Charlie Jackson, 1885-1938, y Big Bill Broonzy, joven promesa, se pusieron a tocar en la calle Maxwell para los primeros emigrantes afroamericanos que subían del Mississipi. Era un mercado al aire libre para vendedores ambulantes, estafadores, prostitutas, predicadores y artistas. Se cuenta que muchos llegaban con sus guitarras acústicas y se volvían con eléctricas; que algunos guardaban su pistola en el amplificador; y que los blancos decían que al caer la tarde allí bailaba el diablo. Video de Robert Nighthawk en 1964.![]()